octubre 4, 2024

MAX CORREA EN LA ONU: EL NUEVO PARADIGMA ES RECONOCER A LA TIERRA COMO ENTE VIVO Y LOS DERECHOS DE LA NATURALEZA

NEW YORK. “Ninguna medida de adaptación o de mitigación al cambio climático impulsada por los gobiernos será realmente eficaz, mientras no se reflexione y replantee el paradigma antropocéntrico que tanto daño ha causado a nuestra Madre Tierra”, expuso el diputado Max Correa Hernández durante el Diálogo Interactivo de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con motivo del Día Internacional de la Madre Tierra.

El legislador del Estado de México y la experta de la ONU del Programa Armonía con la Naturaleza, Claudia Brindis, expusieron el caso de México y presentaron la iniciativa de Reforma Constitucional que establece los Derechos de la Naturaleza en la Carta Magna de México.

 

La especialista mexicana recordó que “en México inició desde 2013 el movimiento de considerar a la Tierra como un ente vivo con la Ley Ambiental de Protección a la Tierra, y pasó por las reformas constitucionales del Estado de Guerrero, Ciudad de México, Colima y Oaxaca. Hoy estamos uniendo esfuerzos desde la sociedad civil y legisladores para aprobar la reforma constitucional a nivel federal”.

 

Agregó que el nuevo paradigma se enfoca en la Tierra para reconocer la naturaleza como ente colectivo sujeto de derechos, por ello “es nuestro compromiso asumir nuestra responsabilidad como sus guardianes y guardianas para regresarle a nuestra Madre Tierra el lugar que merece y le corresponde”.

 

En su exposición, el diputado de Morena dijo que comprometido con las necesidades de la población y con un nuevo proyecto de gobierno en México, promovió ante el Congreso del Estado de México una iniciativa de reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para reconocer los Derechos de la Naturaleza.

 

“Esta iniciativa fue aprobada por unanimidad y enviada a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que como Poder Legislativo de México, la ha considerado para su análisis y dictamen parlamentario.

“Incorporar a la Madre Tierra en el proceso de elaboración de las leyes en una de las entidades federativas, de las 32 que componen al país, ha sido un logro que permitió la incorporación de las cosmovisiones de los pueblos indígenas”.

 

Max Correa detalló que su iniciativa de reforma constitucional reconoce legalmente a la Madre Tierra como un ser vivo, sujeto de derechos, y establecerá la obligatoriedad de educar a las nuevas generaciones en el cuidado de la naturaleza.

 

“También brinda los instrumentos para que quienes habitan y son dueños de más de la mitad del territorio nacional, como ejidos, comunidades indígenas y afrodescendientes, puedan acceder a ella, gestionarla y preservarla como sus guardianes”.

 

Ambos afirmaron su convicción y compromiso para seguir impulsando desde México las leyes reglamentarias para la defensa y reconocimiento de los Derechos de los ríos y otras fuentes hídricas; fomentar y proteger a los maíces nativos, así como a las especies sombrilla o especies clave, toda vez que México es centro de origen del maíz y conserva más del 10 por ciento de la biodiversidad del mundo.

 

“Es nuestro compromiso como guardianes y guardianas regresar a nuestra Madre Tierra el lugar que merece y le corresponde, y contribuir a que sea el Estado el garante y protector de sus derechos ante los sectores público, social y privado».

 

Claudia Brindis y el legislador Max Correa resaltaron algunos puntos al respecto:

– La Naturaleza, al igual que la humanidad, tiene derechos. La humanidad como parte de la Naturaleza debe permitir la regeneración de sus ciclos biológicos.

 

-Los gobiernos de los países del mundo deben establecer en sus constituciones, normas o leyes, los Derechos de la Naturaleza.

 

-Los Derechos de la Naturaleza son: su preservación, la protección de los elementos que la conforman; poder ejercer sus ciclos naturales vitales y sus funciones ecológicas; la restauración integral de su equilibrio ecológico y ser legalmente representada.

 

-Las civilizaciones, personas, empresas y gobiernos deben defender y garantizar los Derechos de la Naturaleza.